martes, 25 de marzo de 2008

EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS (CAPÌTULO 11)


EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS
ES UNA OBRA DEBIDAMENTE REGISTRADA
COPYRIGHT BY JORGE JIMÈNEZ FLÒREZ


(ANTES DE LEÈR ESTE CAPÌTULO 11; LEE PRIMERO LOS CAPÌTULOS ANTERIORES; LOS ENCONTRARÀS MÀS ABAJO; Y EN EL LINK DE ENTRADAS ANTIGUAS)


EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS


NOVELA ORIGINAL: JORGE JIMÈNEZ FLÒREZ


CAPÌTULO 11


Domingo de Resurrecciòn...Templete de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica...Cartagena de Indias...El templete està lleno a reventar, sobretodo por familiares, amistades, y allegados de los doce sacerdotes que secundaron a Andrès en el cisma; pues en este dìa tan especial recibiràn estos jovenes sacerdotes, su recompensa por parte de el canònigo Rosillo: Los doce sacerdotes seràn ascendidos a obispos, y de paso seràn los obispos màs jovenes del mundo; el mayor tiene veintinueve años de edad. Una gran coral interpreta mùsica sacra, mientras los doce obispos asumen las posturas de la ceremònia, y reciben su bàculo, su casulla nueva y su mitra, de parte de Andrès, que sonrìe satisfecho de la misiòn cumplida al haber adoctrinado a estos doce sacerdotes para que sean los primeros obispos de la iglesia del cisma. Los familiares y amigos que asisten a la ceremònia estàn realmente conmovidos por lo que està ocurrièndo; aunque no estàn familias completas, porque hay familiares de estos graduados obispos, que han cortado con ellos toda comunicaciòn, ya que no los apoyan para nada, por ser responsables en parte, de la divisiòn de la iglesia catòlica tradicional en estas tierras de Indias.
Pero hoy esta ceremònia es tambien una graduaciòn para el canònigo Rosillo; porque cuando ya los nuevos obispos han aceptado ser pastores humildes de Dios, dentro de la Santa Madre iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica; ahora son ellos los privilegiados testigos oficiales de el ascenso del obispo Andrès Rosillo, al primer ARZOBISPADO de la iglesia del cisma. A partir de hoy Andrès Rosillo deja de ser obispo, para convertirse en ARZOBISPO, màximo jerarca, y por consiguiente SUMO PONTÌFICE de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria...El canònigo ha rechazado tajantemente el tìtulo de SANTIDAD que querìan colocarle algunos fanàticos; porque en esta nueva iglesia, como en todas las demàs iglesias, religiònes y creèncias, tambien existe la putrefacta plaga de, LOS FANÀTICOS; desgraciadamente...Y Rosillo ha rechazado el tìtulo y calificativo de Santidad, porque èl no se cree merecedor de tan iluminado honor; ni tampoco lo instituirà jamàs; ya que para Andrès Rosillo y la mayorìa de seguidores de su iglesia; la INFALIBILIDAD es tìtulo y privilègio exclusivo de Dios; y la SANTIDAD, aunque es posible ser alcanzada por muy selectos seres humanos de altìsima evoluciòn espiritual; no significa por ello, que portar una sotana de Sumo Pontìfice sea garantìa segura de santidad. El habito no hace al monje.

Y con este ascenso del canònigo, de obispo a arzobispo; se crea al mismo tiempo, la primera ARQUIDIÒCESIS de la Iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica.
Sin embargo esta solemne ceremònia de ordenaciòn de arzobispo de Andrès Rosillo, tiene una diferencia fundamental con respecto a la ceremònia de ascenso de arzobispos de la iglesia Catòlica Apostòlica Romana. Aquì en la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica, los ornamentos especiales de arzobispo que recibe Andrès Rosillo, le son entregados por una especial mujer; su Papiza de amor: Luz de Obando, que ya sube al altar secundada por monaguillos que le ayudan a llevar ciertos implementos. Todo mundo a la expectativa de tan sui generis ceremònia.
-Te entrego tu nueva casulla violeta, bordada por mì en hilos de oro; y que simboliza el abrigo a tu rebaño- dice Luz a Andrès, mientras que ella misma, con actitud sobreprotectora y de la manera màs enternecedora, le coloca a su amado, la preciosa casulla.
-Ahora te coloco el capèlo violeta, que simboliza la servidumbre a Dios- dice Luz, mientras Andrès haciendole reverència a su diosa, deja que Luz le coloque sobre su cabeza, el capèlo.
-Tambien te entrego tu nuevo bàculo con el cual labraràs el camino de tu rebaño- dice Luz conmovedoramente, mientras el nuevo arzobispo recibe el bàculo de manos de su dueña glamourosa.
-Ahora mi querido obispo; perdòn; mi adorado Arzobispo; te coloco la nueva mitra que representa tu jerarquìa como pastor de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de el Señor nuestro Dios- dice Luz sonrièndole mientras coloca sobre la cabeza de Andrès, la imponente y bonita mitra que Luz de Obando tambien le ha bordado en hilos de oro, tal y como ella habìa bordado la casulla y mitra obispal, cuando el canònigo fue ascendido a obispo catòlico romano, quince años atràs.
-Y por ùltimo mi amado Arzobispo Andrès Rosillo; te coloco en tu dedo anular derecho, el Anillo del Pescador o Anillo de Pedro, que simboliza tu jerarquìa de maximo pastor y Sumo Pontìfice de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica- termina de decirle Luz, mientras le coloca a su gran amor, el hermosìsimo anillo de oro puro que representa al apòstol Pedro; supuestamente primer Sumo Pontìfice de la cristiandad universal. Despues con el beso màs apasionado en la boca, como los besos que le daba Jesùs a su despampanante Marìa Magdalena...delante de toda la concurrència, Andrès y Luz reciben el màs sonoro y emocionante de los aplausos del gran pùblico feligres del templete, encabezado por los doce nuevos obispos...Andrès y Luz repiten el màs hermoso beso apasionado, y el gran aplauso complice de la concurrència, crece aùn màs, sellando asì la inolvidable ceremonia consistoria de ordenaciòn de nuevos obispos, y un màximo jerarca arzobispo; que ahora deberà dispersar inicialmente por toda la Gran Colombia a sus doce obispos que se encargaràn de predicar, esparcir, difundir, adoctrinar, y acrecentar la nueva iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica; que ya cuenta con nuevos sacerdotes que se han retirado del catolicismo romano para integrarse a la nueva iglesia; y que tambien deberàn enfrentarse a los tradicionalistas recalcitrantes, que todavìa continuan oponièndose, incluso con violencia, a la existència nueva, diferente, y totalmente independiente del catòlicismo romano.
-Para crecer como iglesia hay que dispersarse; porque si continuamos juntos, no creceremos- dice Andrès Rosillo, al entregarle a cada uno de sus nuevos obispos, los recursos para fundar iglesias catòlicas Libertarias a lo largo y ancho de la Gran Colombia. El ùnico obispo que permanecerà junto al canònigo Rosillo, como su asistente y mano derecha, es el obispo Sebastiano Mùtis, que maneja ahora todo lo concerniènte a las labores secretariales de la nueva arquidiòcesis y todas las labores eclesiàsticas del ahora arzobispo Andrès Rosillo.

La noticia de la especial ceremònia se difunde, y en meses los altos jerarcas Catòlicos Apostòlicos Romanos de la Gran Colombia, al enterarse, envenenan aùn màs sus carcomidas almas desauceadas de òdio, rencor, envìdia y toda clase de malìgnas energìas contra Andrès Rosillo, Luz de Obando, y cada uno de los religiosos, religiosas, laicos y demas feligreses que deciden abandonar la iglesia tradicional, para sumarse al cisma y asì a la nueva iglesia.
Cisma es cisma...Y la congregaciòn autonoma e independiènte fundada por el canònigo Rosillo; aùn siendo pacìfica, les toca tomar dràsticas medidas de seguridad, ya que la libertad de cultos, por màs lìmbo juridico que sea, tampoco està garantizada en esta precaria repùblica de la Gran Colombia que ya comienza a fragmentarse.
Andrès y su iglesia ya tienen que defenderse casi todas las semanas, de nuevos ataques fìsicos, insultos callejeros, y demàs sabotajes de los catòlicos tradicionales; auspiciados clandestinamente por la curia Catòlica Apostòlica Romana, que como siempre que ataca a sus contradictores, lo hace de manera terrorificamente solapada y embustera.
"Dios bendiga a tanto hijueputa con sotana"; sentencia Andrès refiriendose a los religiosos catòlicos romanos que lo atacan; cada vez que èl o alguien de su iglesia es agredido de alguna forma; aunque ya estàn aprendièndo a andar en grupos para protejerse, y las autoridades militares se limitan a llevarse un par de dìas al calabozo a quienes se atrevan a agredir fisicamente a otros, por tener un credo distinto. La discriminaciòn religiosa en Cartagena se vuelve cada vez màs tensionante; por culpa de los intolerantes fanàticos Catòlicos Apostòlicos Romanos.
"Fanàticos de porquerìa...Acaso olvidan que todo fanatìsmo es descendiente de la oscuridad?.."; reprocha para sus adentros el canònigo, cada vez que intentan sabotearle sus ceremònias de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica; que incluso se han convertido en ceremònias y cultos muy hermosos llenos de colorido, corales con cànticos celestiales increìbles, y una promulgaciòn apoteòsica de lo que debe ser todo culto al Dios de cada quien: Cultos a la vida, a la alegrìa, a la fe, a la esperanza, a la libertad, y a todo lo positivo y feliz que la iglesia catòlica tradicional siempre intenta reprimir de alguna manera santa y no santa.
Andrès Rosillo es el primero que instituye en Amèrica, la celebraciòn de la eucaristìa, cultos a Dios y demàs, en un idioma diferente al latìn; en castellano; y es el arzobispo que con su iluminada rebeldìa se convierte en la primera y màs gigantesca roca en el zapato que la historia del catolicismo romano, haya tenido en las Amèricas.
En la gran misiva de folder sellado que parece màs un prontuario inventado y exagerado por las altas jerarquìas eclesiàsticas de la iglesia catòlica tradicional de la Gran Colombia; donde se le narra en detalle al Papa còmo es que Andrès Rosillo ha realizado el cisma; se le solicita al Sumo Pontìfice de Roma, que excomulgue y trate al canònigo Rosillo, de la misma manera excluyente como lo hizo siglos anteriores la iglesia Catòlica Romana, con Martìn Lutero en Europa...Con cartas condenatorias y decretos de sentencia excomulgatoria definitiva, contra el canònigo Rosillo.
Pero se les olvida un hecho que solamente tiene explicaciòn celestial: Andrès Rosillo naciò con estrella; y es tal el resplandor de su destino; que ha sucedido un hecho que nadie se esperaba: El barco que transportaba desde la Gran Colombia hasta Europa, el folder del cisma de Rosillo en pergamino sellado para ser abierto exclusivamente por su santidad el Papa, y enterarlo asì del primer cisma en Amèrica; se ha hundido en la inmensidad del oceàno; de tal manera que todo el trabajo que realizò la alta curia catòlica tradicional de la Gran Colombia en estos dos ùltimos años, para hundir hasta el fàngo al canònigo Rosillo; se les ha hundido en pleno mar; con la respectiva furia de groserìas y maldiciònes de la alta cùria GranColombiana que se carcòme de la azufrada amargura porque cada vez es menos lo que pueden hacer en contra de Andrès Rosillo.

Luz y Andrès, tienen que aplazar aùn màs su boda, porque han sido advertidos desde Tunja y Santafè, de un detalle especial...Durante el juicio a Luz por adulterio que se le realizò durante la colonia, por el virrey Amar y Borbòn y la Real Audiència; todos los documentos y el respectivo expediènte del caso quedaròn fichados en Santafè de Bogotà, ya que fue el lugar del juicio. Como nadie, ni siquiera los abogados màs eminentes, dan razòn en detalle, del nuevo orden jurìdico de la nueva repùblica de la Gran Colombia...Nuevo orden jurìdico que es en realidad el desorden jurìdico màs tremendo de esta naciòn que todavìa no termina de romper su cascaròn; entonces Andrès y su amada Luz, deciden viajar a Santa Fe para remediar de una vez por todas la situaciòn, y asì poderse casar como Dios manda; exigiendo un documento oficial que anule el primer matrimonio de Luz de Obando; porque aunque a ella se le apresò, se le hizo juicio, y se le condenò; su matrimonio con Francisco Rangel no està anulado...Ella continua sièndo la esposa oficial de ese sujeto impredecible.

Pero Andrès y Luz, esta vez no viajaràn en caballos, ni en carruajes, ni en mulas. La marquesa y su clèrigo viajaràn en luna de miel adelantada; desde Cartagena hasta Santafè de Bogotà, esta vez en tres grandes planchones que navegaràn desde la ciudad Heròica hasta la capitanìa del puerto de Barranquilla; y de allì se adentraràn caudal arriba, navegando contra la corriente, por las aguas dulces transparentes de esta època, de el Rio de la Magdalena, o llamado cortamente, Rio Magdalena. Los tres planchones estàn rusticamente cabinados y vagonados, con dormitorios elementales pero comodos, dentro de las circunstàncias, para sus viajeros. Cada planchòn lleva como tripulaciòn, viente fuertes remeros que se rotaràn en turnos de diez, en un viaje inolvidable que durarà siete meses. En el primer planchon van, Andrès Rosillo y Luz de Obando. En el segundo planchòn van el obispo Sebastiano Mutis y su novia Catalina que es una hermosa doncella de catorce años de edad que se ha enamorado tiernamente del obispo Mutis que ya tiene treinta y dos años de edad. El arzobispo Rosillo ha dado la bendiciòn para que el romance de su asistente con tan bella adolescente, sea duradero. Y el tercer planchòn es el de primeros auxilios y remeros de reserva y protecciòn.
El templete quedarà a cargo de dos sacerdotes en los que el canònigo ha depositado su confianza para que la iglesia del cisma continue su transcurrir en Cartagena, mientras ellos realizan el viaje hacia Santafè; que està màs convulsionada que cuando Luz y Andrès la dejaron por ùltima vez.

El viaje que ya lleva su primer mes, se realiza sin ninguna novedad especial. La diosa divina y su clèrigo arzobispo aprovechan muy bien este delicioso viaje, para amarse infinitamente, sobretodo en las noches càlidas, donde las aguas tranquilas del Rio Magdalena se convierten en las armoniosas testigos y las suaves còmplices de la relaciòn de pareja màs anticonvencional y esplendida que haya pasado por este rio de amor en el que Luz de Obando y Andrès Rosillo se entregan mutuamente al cortejo ideal, a la felicidad infinita en la que el arzobispo saborèa la secularizaciòn eròtica de todo su ser ligado a la fèmina de pàscua eterna; pentecostès de mujer; albricias desnudas de cuerpo escultural con espìritu evolucionado en la màs perfecta coitizaciòn de dos seres nacidos el uno para el otro, con el don del amor infinito, y la alabanza febril en manàs que veneran a la eva Luz de Obando hacièndo sentir a su afortunado clèrigo en el paraiso terrenal donde todas las manzanas son inferiores a la belleza de esta àma; y todas las hermosas serpientes hacen reverència ante la espectacular majestuosidad de esta guapa sublime que hace imposible encontrar tentaciòn superior a ella.
"Bendito seas Andrès Rosillo, porque tu gran amor es la epopeya de todos los amores, todas las entregas, y todos los orgasmos por los cuales vale la pena morirse en la brazos de la mujer amada y en las mieles de esa diosa de ebano blanco con ojos marrones llamada Luz de Obando...Palabra de Dios...Te alabamos señor".
Relaciòn bendecidamente madura a lo largo de treinta y tres años donde Luz y Andrès se han aguantado mutuamente; y tambien les ha tocado soportarlo todo internamente, externamente, y hasta màs. Treinta y tres años donde Luz de Obando y Andrès Rosillo se han tolerado, TOLERADO, reciprocamente los mejores defectos y las peores virtudes; y viceversa...Ambos graduados como los compinches ideales, los majaderos celestialmente màs jodones; y que se han salido con la suya ante todos los obstaculos.

En la noche los planchones detienen sus moderadas marchas y son anclados con gruesos lazos a los arboles de las riveras, porque en las noches todo se aquieta en el rio Magdalena, ya que las embarcaciònes no navegan en la noches porque se considera peligroso hacerlo.
Luz recuesta su cabeza en el pecho de Andrès, que con gran ternura le susurra al oìdo, poemas y canciones en francès a su maja de finos olòres. El canònigo y su diosa han logrado superar la barrera del tèdio de los romances que duran decadas, porque desde un principio, ambos renunciaron precisamente a la rutina y al tèdio; ya que prefirieron cambiarlos por la esencia del amor verdadero, el cariño sublime, la bondad del erotìsmo con la madurèz de los años en su màs pròdiga aventuranza...Dos almas gemelas y diferentes, unidas en el màs colosàl idìlio de sexualidad y sensualidad, bella òda a la lujùria, y el apego bienaventurado a la màs fastuòsa lozanìa de mujer àngel y demonio, belleza y primor, hechizo y seducciòn, delirio y dolor, vida y muerte, resurrecciòn y eternidad.

Los planchònes cubiertos y dotados con las comodidades màs simples y los dormitorios màs rùsticos, los desconecta del mundo, por siete inolvidables meses.
En las noches tranquilas y despejadas del rio, con los planchones flotando sin avanzar, hasta el dìa siguiente para proseguir el viaje; porque estàn atados a troncos o àrboles de las orillas; Andrès y Luz realizan idìlicas tertùlias amatorias dìgnas de dos adolescentes que afortunadamente nunca maduraron; porque esta pareja tan genuìna es de las pocas que jamàs olvidò, jamàs olvida, y jamàs olvidarà; que todo lo que madura se pùdre. Por eso; gracias a Dios; a Luz y Andrès nunca les diò la gana de madurar.
Son noches ardientes y madrugadas calientes a orillas del apacìgue y delicioso rio Magdalena; en las que Luz de Obando y Andrès Rosillo, sin hacer menor ruido, saltan a bañarse en aquellas aguas depurativas por naturaleza...
A la mèdia noche con los còmplices cambios de luna, el canònigo y su misionera de èros, ambos totalmente desnudos en la oscuridad del Magdalena, juguetèan y se aman sin cesar, con ese calorcito fresco que solamente el comienzo de la madrugada ofrece a sus privilegiados amantes...Andrès baña a Luz...Y la àma baña a su esclàvo de amor...Se salpican y chapucèan mutuamente el candor...Luz humeda y con su piel juagada de agua, se ve inconmensurablemente deseable y apoteòsicamente hermosa...Hacen el amor dejandose llevar por la corriente leve del rio, ya que unicamente los ilumina la luna como ùnico faro testigo del romancèsco màs pasional...
-Ensayemos un poco- dice Andrès con picardìa.
-¿Ensayar què?- pregunta Luz.
-Lo que vamos a decirnos el dìa de nuestra boda cuando el padre Sebastiano nos case- responde Andrès mientras Luz lo abraza de frente por el cuello, quedando ambos hundidos, con el agua hasta el pecho...Solamente sus rostros quedan por fuera del agua.
-Yo te recibo a tì, mi Luz de Obando, como mi legìtima esposa; para amarte y respetarte en la buena y en la mala; en la salud y en la enfermedad; en la riqueza y en la pobreza...Y ni siquiera la muerte nos separarà jamàs- dice Andrès de la manera màs entrecortada por la emociòn mientras Luz asume una actitud màs solemne...
-Y yo te recibo a tì, mi adorado arzobispo rebelde Andrès Rosillo, como mi legìtimo esposo; para amarte y respetarte en la buena y en la mala; en la salud y en la enfermedad; en la riqueza y en la pobreza...Y que ni siquiera la muerte se atreva a separarnos jamàs- dice Luz...Ambos quedan en silencio por unos segundos mirandosen fijamente a los ojos; se sonrìen mutuamente; y dandose el beso màs aguado, apasionado y fuerte; se hunden completamente unidos, por unos segundos en el rio...Y cuando los dos emergen abrazados, para tomar aire; Luz de Obando exclama...
-Y esta vez, que nada ni nadie se atreva a separarnos, porque de lo contrario...Al fin y al cabo la muerte es siempre la gran aliada del amor; porque ni siquiera la muerte podrà separarnos jamàs- termina de decir Luz encendièndo esos ojos marrones que tanto derriten a Andrès y que son uno de los muchos motivos que excitan al canònigo a entregarse a su amada infinitamente...Allì en esa romàntica atmòsfera del Magdalena; Andrès penetra por ùltima vez a su dueña posesiva, cual bautizo eròtico en el Jordan a Jesucristo, pero no por el Bautista, sino por la dueña del Señor y la primera divina mujer apòstol: Marìa Magdalena. Andrès Rosillo ama y amarà siempre a su diosa de divinidad humana, obra maestra del Señor tu Dios: Luz de Obando; edèn de elevaciòn eucarìstica; càliz del himeneo sacro; oàsis de eterna juventud; multiorgasmo ecumènico de los cielos; alabanzas de las musas del Olimpo en orgìa santa...Luz de Obando, aleluyas a la belleza de imperfecciòn perfecta en vida de consagraciòn mùtua con su arzobispo entregado incondicionalmente para morir vivièndo eternamente en los brazos de su emperatrìz; candìles de belleza fèmina y candor de òstias bendecidas; sexuales homilìas de destellos; evangèlios de copulaciòn en perfecta armonìa con los multiuniversos...Luz de Obando y Andrès Rosillo siempre creàndo nuevas formas de hacer el amor en coronaciòn de jubilèo; rosarios de virgen eterna no virgen, en cànticos de hosannas...Andrès Rosillo, hosanna a tu diosa Luz de Obando, hosanna en el sexo, hosanna en el amor, hosanna en tan escultural cuerpo de sirena apareàndose con sumiso castor; hosanna en tan iluminado espìritu de dama virtuòsa en encantos hechiceros insospechados; hosanna en el Cielo, hosanna en la Tierra; bendito el que se viene en nombre del Señor.

Los tres planchones, despues de màs de siete meses de viaje; han llegado al pequeño puerto de Girardot; y de allì, Luz y Andrès; junto con Sebastiano y su novia doncella Catalina; deberàn continuar el viaje en caballos hasta Santafè de Bogotà, adonde llegaràn en unos pocos dìas.

Sin embargo, como el diablo fue y serà siempre una porquerìa; Francisco Rangel tambien està llegando por otro lado a Santafè de Bogotà, para dar su ùltimo zarpazo en contra de Luz de Obando. Esta vez Rangel llega acompañado de un abogado tinterillo, ya que su bancarrota financiera no le permite el lujo, de pagar abogados de verdad.
Francisco Rangel llega a Santafè, como era de esperarse, resentido, amargado, frustrado, enardecìdo, vociferando como demente hablando sòlo, toda clase de pèstes contra Luz de Obando y Andrès Rosillo.
-La puta Luz de Obando me abandonò hace años manchando mi tìtulo de caballero y cagandose en mi honor...Y el obispo ese, hijo de todas las putas, Andrès Rosillo me la quitò...Pero ninguno de los dos se saldrà con la suya!- dice Francisco con su alma herida y su espìritu lleno de cizaña.


EL TRIBUNAL CIVIL-MILITAR DE LA MORAL Y LA FAMILIA DE LA GRAN COLOMBIA; ubicado en el barrio "La Candelaria" de Santafè de Bogotà, es el tribunal donde se han recibido todos los casos judiciales de familia, separaciònes, paternidades, divorcios, abandonos, etcetera, que quedaron sin resolver, en la transiciòn de la excolonia española, a la nueva repùblica independendiente.
Despues de algunos dìas; Andrès con sus acompañantes, procedentes de Girardot han llegado por fin a Santa Fè...Y son enterados de la existència del nuevo tribunal civil-militar para asuntos de familia; y allì se dirige el canònigo en compañia de Luz de Obando, Sebastiano y Catalina.

Andrès y Luz encuentran una Santa Fè un poco màs tranquila que la que dejaron hace años; sus gentes no los reconocen fisicamente, porque aunque en varios lugares de la Gran Colombia se habla del obispo rebelde del cisma y su bellìsima novia y sobrina; no existen cuadros, ni ninguna iconografìa de Luz de Obando, ya que ella, por màs hermosa, infunde el respeto de que ningùn pintor se ha atrevido a pintarla en un lienzo tan maravilloso como ella, ya que las circunstàncias no se han dado para ello. Y con respecto a la iconografìa de el canònigo Rosillo, el unico cuadro que existe de èl, es el que pintò la imaginaciòn de un pintor varado, porque Rosillo jamàs posò para ningùn pintor; y que es un cuadro que se pintò en el año 1.820, pero por pura creatividad fictìcia del desconocido pintor, que le tocò imaginarse a los protagonistas de la proclama de independencia porque la mayorìa ya estàn muertos, y los que quedan vivos, nunca han posado, ya que optan por el anonimato, como es el caso del canònigo Rosillo; entonces aquèl pintor realizò dicho cuadro el año antepasado al cumplirse el decimo aniversario del grito de independencia de esta repùblica que hoy, comenzando el año 1.822, es un verdadero hervidero de cismas a todos los niveles, y no solo a nivel religioso.
Porque todos reconocen que el cisma que màs duele es el de la Gran Colombia...Cisma donde Simòn Bolìvar presencia dìa a dìa còmo su sueño de unir en un sola gran naciòn confederada a toda Latinoamèrica, comenzando por Colombia, Ecuador, y Venezuela, se le derrumba como castillo de naipes al libertador de cinco naciones; por culpa de las codìcias putrefactas, egocèntricas, malditas, y malignamente envidiosas almas de dos sujetos; a ver cuàl de los dos màs peor: El General Francisco de Paula Santander, de Colombia, que aboga precisamente por una Colombia independiente de todas las naciones...Y el General Hermogenes Maza, de Venezuela, que aboga precisamente por una Venezuela independiente de todas las naciones.

Luz de Obando y Andrès Rosillo logran pasar desapercibidamente en Santa Fè, y ahora se dirigen al despacho del tribunal civil-militar de familia, en La Candelaria.
Al llegar al tribunal, son recibidos por el Juez Comisario civil militar que ejerce como màxima autoridad del tribunal. Andrès se presenta como tutor familiar y legal de Luz de Obando, y pide el expediente que se originò durante la colonia; en la que Luz fue llevada a juicio.

Pero lamentablemente Francisco Rangel exige justicia para reparar su honor; y entonces realiza su jugada radical jurìdica, màs no maestra, porque es sùcia: Ha demandado penalmente a Luz de Obando por el delito de, BIGAMIA DE HECHO..."Bigamia"...Delito muy delicado y serio de pareja, moral y familia; y "de hecho", porque aunque Luz no se ha casado con Andrès; sì convive con èl en calidad de compañero amancebado, segùn la demanda.
Esta grave denuncia tiene el agravante, de que en esta nueva repùblica, la bigamia continua siendo delito, y peor aùn; al igual que en la època de la colonia; en esta nueva repùblica de la Gran Colombia; en cuestiones de leyes de adulterios y bigamias; desgraciada, funesta, y tragicamente, las mujeres siguen llevando todas las de perder, porque esta clase de leyes son hechas exclusivamente por hombres, pero para que sean aplicadas exclusivamente en contra de las mujeres.
-Señorìa me parece injusto la nueva acusaciòn de bigamia contra mi protegida Luz de Obando- dice Andrès al juez comisario.
-Lo siento mucho padre Rosillo, pero la demanda no la puse yo; la puso èl!- dice el juez comisario señalando en un escondido rincòn a Francisco Rangel que està acompañado de su abogaducho de mèdio pelo.
-Han pasado los años Rosillo...Pero a tì no te han pasado esposa mìa; estàs tan bella como siempre- dice con aires triunfalistas Francisco Rangel.

-Y usted està con el alma tan cochina, y con el espìritu tan envenenado; como siempre- responde Luz, observando a Rangel como la peor y màs fètida rata inmunda.
El canònigo se limita a observar con repudio a Rangel, y decide entenderse directamente con el juez comisario.
-Señoria, esta demanda no procede...Mi protegida ya fue llevada a juicio durante la colonia, y fue juzgada por la Real Audiència y el virrey Amar y Borbòn personalmente. Ella no puede ser enjuiciada nuevamente por la misma causal- alega Andrès.
-Sè a lo que se refiere su reverència; pero es que esta vez se trata de una nueva demanda que no tiene nada que ver con la primera. La primera fue por el delito de abandono y rebelìon contra la "Potestad Matrimonial"; y como usted lo ha dicho; ya es caso cerrado. Ahora esta nueva demanda que acaba de colocar don Francisco Rangel contra doña Luz de Obando, es por el delito de, Bigamia de hecho. Y usted como abogado, sabe que este es un delito muy grave- aclara el juez comisario.
-Yo puedo demostrar que mi protegida no comete bigamia, porque el matrimonio con don Francisco Rangel fue desechado por vencimiento de tiempo...Han pasado màs de dos decadas en donde estas dos personas ni siquiera han tenido intimidad de ninguna indole- dice Andrès.
-Pero ante las leyes y ante Dios; doña Luz de Obando y don Francisco Rangel continuan siendo marido y mujer- dice el juez comisario mientras observa los documentos de la demanda...-Si hasta aquì està escrito, que fue usted mismo, padre Rosillo, el que los casò...Entonces no me explico porque ahora quiere usted ìr en contra de una partida de matrimonio que està firmada por usted mismo cuando fue pàrroco de Simacota- termina de decir el comisario, mientras Andrès observa con rabia contenida, la sonrisa cìnica de Francisco Rangel, que unicamente atina a exclamar de manera simplona y repugnante...
-Yo solamente estoy reclamando mi honor.
-Aquì como juez comisario, yo solamente tengo dos opciònes...O doña Luz regresa inmediatamente al lado de su legìtimo esposo, y anulamos esta nueva demanda penal...O me verè en la penosa obligaciòn de recluìr a doña Luz de Obando en un convento, hasta que se inicie el nuevo juicio contra ella, por el delito de bigamia de hecho.
Luz se descompone abrazando con todas sus fuerzas a Andrès; al mismo tiempo que siente como si las circunstàncias del juicio de la colonia que hace años le hizo el virrey Amar y Borbòn, se estuvieran repitièndo como una terrible pesadilla...Pero la divina marquesa, que hasta triste se ve radiante; al observar ella misma la sonrisa detestable de Francisco Rangel, se reincorpora con el fuerte temperamento que la caracteriza, y es ella misma quien escoge...
-Està bien señorìa; recluyame en un convento, porque yo al lado de este excremento abominable llamado Francisco Rangel, jurè hace mucho tiempo jamàs regresar; y hoy reafirmo mi posiciòn; jamàs regresarè al lado de esta honorable escòria...Ni aunque me obligaran...Prefiero estar muerta- dice Luz de Obando con voz severa y completamente segura de su decisiòn; ante la mirada, ahora, de òdio y ràbia de Francisco Rangel...A lo que Luz le pregunta en fina burla...
-¿Y ahora què le paso a su sonrisa don Francisco?...Se la borrè con mi decisiòn?...Que bueno; porque si no hubiera sido asì, se la hubiera borrado a punta de cachetadones.
Andrès abraza, apretando aùn màs a su amada, e ignorando a los demàs...
-No te preocupes mi amor; que asì me toque acampar en las afueras del convento, yo estarè a tu lado siempre.
-Se fija señorìa?...ya ni siquiera se averguenzan de comportarse como pareja- refuta Francisco...A lo que Andrès pierde la paciència...
-Y no solamente nos vamos a casar; sino que le darè a mi futura esposa sobrina, el amor que usted no tuvo la hombrìa de darle; porque no existe còdigo donde sea delito enamorarse de una sobrina; y si a usted le queda alguna duda Francisco; sepa de una vez, que desde hace màs de treinta años, Luz de Obando y yo hacemos el amor, sin necesidad de estar casados; y eso no se llama bigamia; eso se llama amor puro, amor noble, amor eterno, amor verdadero, amor del bueno...Luz de Obando siempre ha sido solamente mìa, porque jamàs fue suya- dice Andrès en tono airado como quien desahoga algo que querìa gritar al mundo desde hace tiempo, y no habìa podido; producièndo asì la ìra de Francisco Rangel que a pesar de su vejez, saca fuerzas de donde no las tiene y se abalanza contra Andrès Rosillo dandole un puño al canònigo, que desata tambien la fùria del canònigo producièndo un intercambio de golpes y forcejèos entre los dos señores de edad; lo que obliga que los guardias del despacho, con la ayuda del padre Sebastiano y el abogado de Rangel, separen a Andrès y Francisco...A la vez que el juez comisario exclama en tono de autoridad.
-Señores por favor!!!; o se controlan, o los controlo...No quiero volver a tener "espectàculos" tan bochornosos como este. A la pròxima no tendrè consideraciòn de la edad respetable que ustedes dos acreditan, y ordenarè que los arresten por desacato. Asì que de ustedes depende que esto no se repita; de lo contrario no vacilarè.
-Reclamo mi honor señorìa- dice babosamente Francisco.
El juez comisario coloca unos sellos y asume una actitud severa de silencio para bajar la marèa. Despues de unos segundos dictamina...
-Aquì en Santafè, dentro del convenio con la santa madre iglesia Catòlica Apostòlica Romana; los conventos de esta ciudad no reciben a mujeres que estèn con acusaciònes de bigamìa; tampoco las reciben los conventos de Tunja; por lo que me veo en la obligaciòn de remitir a doña Luz de Obando, para que sea recluìda en el convento de Villa de Leyva, hasta que se designe juez para el nuevo juicio y èste a su vez produzca la fecha para la iniciaciòn del mismo, contra doña Luz de Obando por el delito de, bigamia de hecho, teniendo matrimonio no anulado. Cumplase de inmediato la disposiciòn y puede estar tranquila doña Luz; usted serà tratada y transportada al convento de Villa de Leyva en el carruaje custodio, pero con las mejores condiciònes de viaje; pues al fin y al cabo, no desconocemos para nada su procedència de alcùrnia, abolengos y pergaminos.
Andrès y Luz se vuelven a abrazar con fuerza...
-No te preocupes mi amada, yo irè en el caballo detràs del carruaje- dice Andrès.
-Y yo tambien irè contigo en mi caballo; esposa mìa- replica Francisco.
-Ni se le acerque, porque no respondo Francisco- advierte Andrès.
-Ninguno de los dos se le podrà acercar, porque el carruaje custodio va con la barreras de aislamiènto...Si ambos quieren acompañarla a Villa de Leyva, estàn en su derecho, pero tendràn que hacerlo a cierta distancia y sin "batallas", porque doña Luz viajarà hasta el convento de Villa de Leyva debidamente encerrada y protegida en el carruaje custodio.


A unos cuantas calles de allì, en el despacho arzobispal, la alta cùria de Santa Fè se entera de la presència de Andrès y Luz; y de lo que acaba de suceder en el tribunal civil militar de la moral y la familia. El arzobispo de Santa Fè y sus secuaces, cual vil banda de criminales, se vanaglorian en actitud de posible conspiraciòn; de lo que ha pasado con el obispo rebelde y su moza sobrina.

Luz es metida dentro del carruaje custodio. Tres guardias junto con el cochero, la escoltan, y el carruaje custodio emprende su viaje rumbo a Villa de Leyva; ya que en esta època, las mujeres acusadas de bigamia, son condenadas tàcita y practicamente al destierro en Villa de Leyva; porque son tales las injusticias de este colapsado sistema judicial de la nueva Repùblica, que si un hombre comete bigamia, no le pasa absolutamente nada; pero si es una mujer la que es acusada de bigamia: Destierro inmediato a Villa de Leyva; sea culpable o inocente; como si la bigamia fuera una enfermedad contagiòsa, màs que un delito.
En todo sistema jurìdico plagado de injusticias, las primeras vìctimas son las mujeres y los niños...Curiosamente siendo tambien las mujeres y los niños, las primeras vìctimas de toda guerra.

Detràs y a los lados, la carroza con rejillas donde està encerrada Luz de Obando; es tambien escoltada voluntariamente por Andrès, el padre Sebastiano y Catalina, todos juntos por un mismo lado; y por el otro Francisco Rangel y su abogado...Todos en sus respectivos caballos. La caravana prosigue su viaje desde Santa Fè hasta Villa de Leyva; y durante todo el trayecto; Francisco y Andrès, procuran no alinearse juntos aunque estèn dentro de la misma ruta.

Dìas despues, finalmente la caravana llega a la hermosa y colonial Villa de Leyva con sus paredes y muros que parecieran entancados en los siglos quince y dieciseis, su pequeña iglesia; una escuela para varones, una escuela para señoritas; el unico hospedaje de la villa, pequeño pero acogedor; y en un costado todavìa màs tranquilo; el bello convento de Villa de Leyva construìdo a finales del siglo diecisiete, aunque otros dicen que fue a comienzos del siglo dieciocho.
Luz es ayudada a bajar del carruaje; en la puerta clàsica del convento, dos monjas la reciben con la debida documentaciòn. En el momento en que va a entrar al convento; mira a su adorado canònigo que tambien la observa a ella...Andrès le envìa un beso a la distancia mientras que gesticula con sus làbios la frase...Te amo mi diosa.

Luz le corresponde con su sonrisa complice, a la vez que tambien le gesticula con sus delicados y provocativos làbios la frase...Y yo a tì mi adorado canònigo.
Finalmente Luz es ingresada al convento, y se escucha el crujido de metales de còmo el portòn es asegurado con las cerraduras y las respectivas llaves, por las dos monjitas. En las afueras queda una guardia de dos soldados con la orden de disparar a Luz en caso de un intento de fuga, un rescate o un rapto, de parte de algùn loco de amor.
Y como unicamente existe una sola pensiòn de huespedes en toda Villa de Leyva; a Andrès y Francisco les toca compartir el mismo hospedaje sin discusiòn alguna...Eso sì; ambos pidieron alcobas donde quedaràn lo màs distanciados posibles. No se sabe cuanto podrà durar la estadìa en Villa de Leyva, ya que todo depende de la agilidad y rapidez con que el juez tramìte la demanda para la apertura del nuevo juicio contra Luz, en la corte de familia de la Gran Colombia, en el tribunal de Santafè de Bogotà, y que èste expida el citatorio a juicio lo màs ràpido posible.

En sus dìas con sus noches, Luz se limita a escuchar los silencios de la tranquila villa; aunque la tristeza la embarga terriblemente y la depresiòn la va consumièndo cada vez màs. Ella es consciènte de que su amadìsimo arzobispo la espera allà afuera permanentemente; porque eso es lo que hace Andrès en Villa de Leyva; nostalgico, melancòlico y enamorado, el clèrigo, sale todas las mañanas del hospedaje y practicamente acampa en la puerta exterior del convento, esperando a ver si puede aunque sea enviar o recibir una seña de su amada Luz...
Francisco Rangel tambien ronda el exterior del convento, tal vez a la espera de que su legìtima esposa cambie de opiniòn y regrese con èl para siempre, y asì recuperar su tan prostituìdo honor de boñiga.
La celda monacal donde està Luz no da para la calle, sino para el patio interior del convento donde solo se observa una preciosa fuente con sus chorros de agua cayendo, procedentes de la imagen de una virgen de barro que està en la cùspide de la pequeña fuente, y donde algunas monjas òran pidiendole milagros a su virgen celestial.
Mientras que con el paso de unos pocos dìas, Luz de Obando incomunicada, entra en un mutìsmo desesperanzador. Lo unico que ella quiere es pasar con su canònigo el resto de la existència; ignorando lo que la gente aplauda o condene; y sin tener que volver a estar escondièndo el amor, ni escondièndose del amor; y sin estar recluìda en ninguna parte. A estas alturas, la preciosa emperatrìz, ya no le pide nada màs a la vida...Si el mundo se le tiene que acabar; entonces que se acabe, pero con su Andrès Rosillo al lado de ella como su amante, su hombre, y lo que siempre ha sido el esclàvo para su diosa: Su todo...amandola como ella le enseñò a amar a su abate; ahora de ojos tristes...Sin embargo la depresiòn de Luz aumenta con los dìas; y la ansiedad y desespero de Andrès y Francisco tambien.
-¿Cuanta riqueza vale su honor Francisco?- pregunta Andrès a Rangel, en las afueras del convento, donde ya se volviò rutina que Rosillo y Francisco aguarden, quièn sabe què.

El canònigo le dirige asì la palabra por primera vez a Francisco, desde la pelea en el tribunal de Santa Fè.
-El honor no tiene precio canònigo- responde risueño Francisco.
-Sì lo tiene, y se lo voy a demostrar...Unicamente digame cuanto oro, monedas, joyas, morrocotas...Cuanta riqueza, que usted ha perdido, pero que yo le podrìa reponer; vale; que usted retire la denuncia penal de bigamia contra Luz de Obando?...Ponga el precio; y terminemos con esto de una buena vez.

-Pensè que los curas hacìan voto de pobreza- dice burlòn Francisco.
-El voto de pobreza es una farsa; porque si no fuera asì; comunidades como las de los mùlti-ultra-archi-millonarios Jesuitas y muchas otras comunidades religiosas, no existirìan- responde Andrès con la franqueza frentera que lo caracteriza.
-Se lo repito Rosillo; mi honor no tiene precio en oro. El honor solamente lo recupero, cuando Luz de Obando de Rangel, regrese conmigo, a mi lado, como lo que ès: Mi legìtima esposa.
-Aunque usted no la quiera?...Porque lo unico que usted ama es el honor que tanto promulga.
-Porque es lo unico vàlido en una persona. Quien no tiene honor; no tiene dignidad de humano; es tan solo un animal; o en el peor de los casos, un muerto en vida.
-Usted sabe que Luz no va a regresar a su lado jamàs.
-Pues como sea; ella me devolverà la dignidad de mi honor.
-Le dejo esa inquietud Francisco Rangel...Piensela bien...Podemos solucionar esto con oro y riquezas, que usted necesita màs que yo; porque ya me enterè que usted està en la màs tremenda bancarrota, y a pocos pasos de la mendicidad. Acepte mi propuesta. Porque yo como arzobispo le juro por Dios que Luz de Obando ha sido; ès; y seguirà siendo exclusivamente mìa y nada màs que mìa.
-Y aunque yo no soy cura, ni obispo, ni nada; tambien le juro por Dios, que mi honor se llama Luz de Obando...Y recuperarè mi honor con Dios o con el diablo; pero recuperarè y limpiarè mi honor.
-Francisco; usted sabe què significa una palabra de la biblia?.
-Què palabra?.
-La palabra Inshallah...Sabe què significa?.
-No; no lo sè.
-Inshallah significa: Lo que Dios disponga.

Sin embargo, en una de esas oscuras madrugadas, las tinieblas oscurecen el resplandor...Dios se ha ìdo de vacaciònes; y el demonio hace de las suyas.

-Dios mìo; por què me has abandonado?- son sus ùltimas palabras.

O por voluntad de Dios, ya que segùn dicen, no se mueve la hoja de un àrbol sin su consentimiènto...O por voluntad del diablo, ya que segùn dicen, siempre juega macabramente a ser dios...la fatalidad masacra a la felicidad; la oscuridad acribilla a la luz; el bien pierde una batalla contra el mal; la tragedia aplasta a la esperanza...Se escandaliza Villa de Leyva; se escandalizarà la Gran Colombia; y se genera el gran misterio de convento celestial, apacìgue, y aparentemente tranquilo...
En la madrugada màs triste y diabòlica; en el interior de su celda en el convento de Villa de Leyva; el escultural cuerpo de la divina Luz de Obando, està acostado boca-arriba, con un grande cuchillo enterrado en su estòmago.
Todo honor es una endemoniada maricada...Toda iglesia es una puta santa...Toda religiòn es una malparidez sacra...Y toda polìtica es una beatìfica mierda...Porque de todo hay en la viña del Señor.



EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS
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