viernes, 4 de abril de 2008

EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS (CAPÌTULO 12) (FINAL)


EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS
ES UNA OBRA DEBIDAMENTE REGISTRADA
COPYRIGHT BY JORGE JIMÈNEZ FLÒREZ


(ANTES DE LEÈR ESTE CAPÌTULO 12; LEE PRIMERO LOS CAPÌTULOS ANTERIORES; LOS ENCONTRARÀS MÀS ABAJO; Y EN EL LINK DE ENTRADAS ANTIGUAS)


EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS


NOVELA ORIGINAL: JORGE JIMÈNEZ FLÒREZ


CAPÌTULO 12 (FINAL)


Los ojos marrones han apagado para siempre su brillo; el aura de la divina se ha ìdo; el cuerpo de sirena encantada se ha enfriado irreversiblemente; la voz impetuosa de la emperatriz jamàs se volverà a escuchar; la sonrisa noble de la dueña del pastor se ha desvanecido eternamente; la diosa ha desencarnado; Luz de Obando ha muerto. El cuerpo sin vida de la majestuosa marquesa està tirado boca-arriba, encima de su cama en la celda del convento de Villa de Leyva; ensangrentado y con un grande cuchillo enterrado en su estòmago...Muriò con sus ojos abiertos...Se ha apagado para siempre la preciosa llama de aquella fina, firme, y tersa piel blanca, con esos penetrantes ojos marrones que enloquecieron las ilusiònes; durante su adolescència a tantos hombres, y durante toda la vida, al màs enamorado de los canònigos.
Ni la madre superiora del convento, ni ninguna de las monjas puede dar razòn de lo que ocurriò, porque sencillamente en el convento de Villa de Leyva, aparentemente nadie sabe còmo pudo ocurrir tan lamentable tragedia...Nadie viò nada...Nadie escuchò nada...Solamente hay una realidad patètica que nadie, absolutamente nadie puede negar: Luz de Obando ha fallecido en las màs extrañas y misteriosas circunstàncias; anulando asì definitivamente las ansias de vivir de Andrès Rosillo que ha quedado totalmente desecho, entrando en el silencio depresivo màs agudo, el mutìsmo màs ensordecedor, y la tristeza màs apabullante que lo acompañaràn permanentemente por el resto de su existència; pues al fin y al cabo, el motor de su vida ha muerto; la angelical misionera de èros que le colocò las àlas màs grandes para que èl volara, junto con ella, màs alto que las estrellas...la dueña de Andrès Rosillo y de sus ideales màs nobles; la mujer que lo amò, y lo requete-amò, entregandole toda su belleza integral, toda su belleza fìsica, y toda su belleza espiritual...La inconmensurable gran dama a la que el canònigo amò, ama, y amarà desenfrenadamente y anteponièndo todo; se ha ìdo para siempre a una sublime dimensiòn, a donde solamente entran quienes desencarnan.
El canònigo Andrès Rosillo se ha derrumbado por completo; su melancolìa ès y serà la que lo acompañarà por todo el resto de su vida. Sin su Luz; Andrès no quiere para nada seguir viviendo; tan sòlo se limita a respirar, y a lo que el destino le depare; ya que lo ùnico que de aquì en adelante Andrès Rosillo le pedirà a Dios todos los dìas; es que en esa otra dimensiòn en donde Luz de Obando estè; ella lo espere; y que jamàs el canònigo pierda la fè, en que èl tambien està a muy poco tiempo de morirse para reunirse con ella. A veces la fe en la muerte puede ser màs sagrada que la fe en la vida.
"Mil años pueden ser tan sòlo un instante para Dios...¿Pero de que sirve que mil años sean tan sòlo un instante para Dios; si en esta dimensiòn Terrenal, mil años seguiràn siendo mil años?".

En el acta de levantamiènto del cadàver; las autoridades judiciales correspondientes de Villa de Leyva; dejan escrito lo siguiente:

"Permanecièndo recluìda en el sagrado convento de Villa de Leyva, resultò muerta en circunstàncias inexplicables y misteriosas, la distinguida dama de sociedad, doña LUZ DE OBANDO; que sin haber acusado antes ninguna enfermedad prèvia; falleciò por cuchillo enterrado en su estòmago; sin haber alcanzado a ser asistida por facultativo que le pudiera salvar la vida. Y sin haber alcanzado tampoco a ser confesada, ni a recibir asistencia espiritual, ni ser asistidad en aplicaciòn de extrema unciòn, por ningùn sacerdote.
Se expide esta acta y fè de muerte de la mencionada, por las autoridades competentes, y se ha escrito un copiado de la misma, para ser entregado junto con el cuerpo sin vida de la susodicha; al ùnico familiar en primera lìnea de consanguinidad que se le conoce a la difunta: Su tìo materno, reverendìsima arzobispal Andrès Rosillo.
Se expide esta acta legal; en el interior de la celda donde estaba recluìda doña Luz de Obando, dentro del sagrado convento de Villa de Leyva, Casa del Señor; pasadas las siete de la mañana del martes once de Junio del año 1.822.
Origen y causal del cuchillo enterrado en el cuerpo de la fallecida:
DESCONOCIDO.

El canònigo firma el recibido del copiado del acta; y legalmente el cadàver de Luz de Obando le es entregado al desconsolado y apabullado Andrès Rosillo; para su cristiana sepultura. La justicia de èsta època no puede hacer absolutamente nada màs, porque la medicina forense, en estos tiempos, sencillamente no existe.
El actual pàrroco de Villa de Leyva, exalumno de Andrès y Luz en el colegio Santo Tomàs, y que ingresò al seminario para convertirse en cura, gracias a los consejos y recomendaciònes del canònigo Rosillo durante su rectorìa en el Santo Tomàs de Santafè hace algunos años; se compadece de la tragedia que ha ocurrido y pone tanto la parròquia, como su disposiciòn personal, a ordenes de Andrès; en un detalle de exalumno a exrector que Andrès agradece en la màs retraìda desolaciòn mientras contempla el cuerpo inerme y sin vida de su amada.
¿Què es lo que realmente ocurriò en esta pasada madrugada, dentro de la celda de Luz de Obando, en el interior del convento de Villa de Leyva?...Es lo que todo mundo se pregunta.

El arzobispo Andrès Rosillo, su asistente Sebastiano Mùtis, y el pàrroco de Villa de Leyva, dentro de la celda de Luz en el convento; entre los tres amortajan el ahora friò cuerpo de la divina diosa. El canònigo Rosillo completamente devastado y hablando con palabras cortas estrictamente lo necesario, asume una actitud ritual, y le cierra para siempre los ojos a su àma de veneraciòn. Luego la amortajan con un habito blanco nuevo que Andrès logra conseguir y comprar en el convento, y que hacen ver a Luz como una Virgen dormida...
Rosillo le cruza las manos a su maja colocandoselas sobre su hermoso busto. Le aprieta aùn màs el anillo de rubìes que es el anillo de compromiso que el abate le obsequiò aquella hermosa noche cartagenera en que le propuso matrimonio. Despues Andrès toma una bìblia, la primera biblia en castellano que el canònigo recibiò cuando imprimieron la primera ediciòn debidamente traducida por èl; y se la coloca entre las manos a la difunta màs bella. Y por ùltimo, antes de que Luz sea metida dentro del fino y brillante ataùd negro, Andrès se quita su collar que sostiene su crucifijo arzobispal, y lo coloca en el cuello de Luz de Obando. Asì serà enterrada Luz de Obando: Con el anillo de rubìes de su compromiso matrimonial; amortajada del blanco màs puro e inmaculado, el collar de crucifijo obispal en su cuello, y la bìblia en sus manos...
Y ahora sì los tres levantan el cuerpo sin vida, y proceden a meterlo dentro del ataùd. Andrès mira a su divina diosa por ùltima vez, con ese rostro felino de la escultural dama, que parece solamente dormida...Y de la manera màs conmovedora y tierna, Andrès Rosillo abatido, le estampa el màs enternecedor beso en los làbios a su eterna amada; despidièndose asì con un hasta siempre de su dueña adoratrìz; despidièndose asì para siempre de Villa de Leyva...Y despidièndose asì para siempre de todas sus funciones sacerdotales; porque Andrès ha tomado la decisiòn de que jamàs volverà a realizar misas, ni ofìcios religiosos de ninguna ìndole; ni siquiera oficiarà las exèquias de su amada, porque no se siente capàz de hacerlo.
-Por favor esperame, te lo ruego, mi eterna amada Papiza- dice Andrès en uno de los oìdos de Luz.
Colocan la tapa del ataùd, y por disposiciòn de Andrès el fèretro es completamente sellado para que nadie vuelva a ver jamàs a Luz de Obando.
Los tres disponen todo para que las exèquias de Luz de Obando sean realizadas dentro de la parròquia de Villa de Leyva, a la que asiste muy poca gente que en realidad son curiosos sin ofìcio.
Por orden de Andrès, las exèquias son oficiadas por el obispo Sebastiano Mùtis, en la tarde de ese mismo gris dìa; y se realizan acorde con las creèncias de Luz; convirtièndose èstas en las primeras exèquias que se realizan en la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica; asì fuera dentro de parròquia Catòlica Apostòlica Romana de Villa de Leyva...es decir, sin el rito tridentino, en idioma castellano, y de frente al fèretro y a los escasos feligreses que asisten màs en plan de ociosidad y mòrbo que de cualquier otra cosa; pero se sorprenden porque nunca habìan presenciado una misa de esas caracterìsticas; y ademàs un entierro no oficiado por el pàrroco de la villa; al que Andrès le agradece el favor con una buena tajada de dinero, para que el pàrroco de Villa de Leyva lo pueda utilizar en caso de que tenga el joven pàrroco, que sobornar a los que podrìan delatarlo ante el obispo de la regiòn, por tan exequial "profanaciòn", en alianza "secreta y tàcita", con la iglesia del cisma.

Al comenzar el obispo Sebastiano las exèquias de Luz de Obando, con el pequeño coro de ocho cantantes que el pàrroco de Villa de Leyva pudo conseguir de afàn; Andrès Rosillo observando desde la puerta de la parròquia, da un ùltimo vistazo al fèretro de su adorada...
-Mi amada; no te buscarè jamàs entre los muertos, porque tù ya ères eterna- se dice a si mismo Andrès Rosillo en voz muy baja. Finalmente Andrès sube a su caballo, y sin esperar a que termine la ceremònia, se marcha definitivamente de Villa de Leyva...Tal y como lo hizo hace algunas horas Francisco Rangel.

LUZ ANGÈLICA DE TODOS LOS SANTOS DE OBANDO Y ROSILLO...Y DE RANGEL.
"LUZ": Nombre procedente del antiguo idioma español, que traducido al español y castellano actuales significa; Virgen de la Claridad.
Luz de Obando y Rosillo: Espectacular monumento de mujer benditamente hermosa, venerada, y deseada; la tataranieta ilegìtima de su majestad el Kaisser de Alemània; y prima-tataranieta de los condes de Hamburgo; asì ni ella, ni su tatarabuelo paterno, ni sus primos-tatarabuelos condes, jamàs hayan tenido ni la màs remota idea de que eran parientes directos.
Luz de Obando y Rosillo: La prima del futuro General Josè Marìa Obando; la sobrina bisnieta de su tìo-bisabuelo, el gran jefe del almirantazgo alemàn al servicio de su majestad el kaisser...Parentescos que tambien continuaràn siendo ignorados siempre, por todos los involucrados.
Luz de Obando y Rosillo: La marquesa de Simacota; la emperatriz de belleza de la Nueva Granada; una de las reinas majestuosas de la Gran Colombia; y la gran Papiza de la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica.
Luz de Obando y Rosillo: La hija de Martina Rosillo y su alemàn varado pero enamoradizo que la conquistò y que tenìa apellido impronunciable a tal punto que solamente le decian "Deobando".
Luz de Obando y Rosillo; esposa legìtima y casi exesposa de Francisco Rangel...
Pero principalmente y vitalmente: Sobrina, compañera, moza, rectora, concubina, amancebada, còmplice, aliàda, amante, puta, gran dama, novia, sacerdotisa, papiza, diosa, infinito amor, eterna veneraciòn, la màs sagrada virtùd, "esposa", prometida, casi esposa oficial, y como gran bendiciòn de Dios, el todo; el todo de el màs sincero, amoroso, autèntico, enamorado, esclavo sexual, noble y entregado de los canònigos.

Los periodicos de la Gran Colombia que continùan siendo muy pocos, registran con el paso de los meses, la muerte de Luz de Obando como el gran escàndalo de comidilla y el super misterio de temporada. Incluso no faltan los vitrineros farzantes del momento, que por aparecer mencionados en dichos y escasos periodicos y revistillas, se atribuyen poderes de espiritistas, brujos, mediums, videntes y demàs, que juran y requete-juran haber conversado con Luz de Obando desde el màs allà hasta el màs acà; e incluso otros màs locos y estafadores, aseguran haberla visto como majestuosa y hermosa fantàsma.

La justicia ha nombrado al capitan Ezequiel de Mariño para que investigue oficialmente, hasta donde las precàrias condiciònes de investigaciòn de esta atrasada època lo permitan, la extraña muerte de Luz de Obando...Tarea para nada fàcil, porque no existen recursos cientìficos, ni legales, ni recursos de ninguna ìndole que puedan determinar exactamente y con total objetividad; o por lo menos mèdio acercar a descubrir la verdad de algo tan sombrìo, y que continua siendo por un buen tiempo, crònica social, pero sobretodo, crònica roja de esta primipara repùblica. No existen fòrmas siquiera, medianamente jurìdicas que puedan dar un veredìcto o un fàllo, aunque fuera, escasamente verdadero. Aquì en la Gran Colombia, las muertes violentas quedan sin mayor esclarecimiènto, con el sello facilìsta de, MISTERIOSAS.
Seguramente por eso el capitan Ezequiel De Mariño, puede hacer tan poco o casi nada en este caso; ademas se ha cometido el cràzo error de nombrarlo semanas despues de los tristes acontecimièntos, para que se encargue de el caso...Semanas despues de que Luz ha sido sepultada en discreta tumba...
Asì de ingenua y primitiva es la justicia de esta Gran Colombia de los años veintes en pleno siglo diecinueve; donde ninguna autoridad se atreve a ordenar la exhumaciòn de alguien de familia pudiente con abolèngos y pergaminos; porque la exhumaciòn es derecho exclusivo de los muertos pobres. Por eso es màs factible y en derecho; en este precàrio sistema judicial, esclarecer la muerte misteriosa de un pobre; que esclarecer la muerte misteriosa de un rico. Ademàs en estos oscurantìsmos del supersticiòso siglo diecinueve, se rumora a travès de correo de brujas, que cuando hay exhumaciòn, se alborotan los fantàsmas, se enfurecen las ànimas del purgatorio, y se vuelven millonarios los espiritistas, brujos, chamanes, y demàs estafadores de ofìcio.

Todos los detalles judiciales y no judiciales concluyen que la muerte misteriosa de Luz de Obando y su respectiva investigaciòn, naciò muerta. Y a todo esto hay que agregar que el capitan Ezequiel de Mariño, encargado de la investigaciòn; es hombre devoto y fanàtico que tiene como principio, jamàs involucrar sus religiosos principios, con dìgnos representantes de la iglesia.
Investigaciòn de la extraña muerte de Luz de Obando: Caso cerrado y archivado.

El canònigo Rosillo, se dedica a gitanear por las tres cordilleras colombianas, y a deambular sin rumbo los lugares màs inhòspitos; le es indiferente còmo se llame cada lugar; simplemente el canònigo solitario con su mirada siempre triste, trata de desconectarse de todo, y de todos. Cuando èl estaba con su Luz adoratrìz, ambos se reinventaban todos los dìas; pero ahora en la màs escalofriante soledad, Andrès solamente ruega a la Divina Providencia, para que la tierra y el mundo se lo traguen lo màs pronto posible. Porque cuando la persona escoge la soledad, se ès feliz en mèdio de una soledad constructiva y placentera...Pero cuando es la soledad la que escoge a la persona, la soledad se torna escalofriante, oscura, y deprimente. Andrès Rosillo no escogiò la soledad...Fue la soledad la que lo escogiò a èl.

Pasan los años, y la Iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica, se dilata y se derrumba poco a poco ante la indiferencia del canònigo. A todos entristeciò mucho la muerte de Luz de Obando, e incluso algunos todavìa hoy no la creen.
Los sacerdotes, monjas, laicos, feligreses y demàs personas con las que se produjo el cisma, sumados a la tristeza, viven preocupados por el arzobispo Rosillo, del que no volvieron a tener noticia, porque Andrès tampoco regresò jamàs a Cartagena. El melancòlico canònigo, literalmente a dejado abandonada su iglesia y todo, absolutamente todo.
Practicamente Andrès no volviò a saber nada de su iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica; y a su vez, la iglesia Catòlica Apostòlica Libertaria de Amèrica jamàs volviò a saber nada de su fundador, màximo jerarca y sumo pontìfice.

La iglesia Catòlica Apostòlica Romana tradicional de la Gran Colombia, tambien deja pasar el tiempo, y comprende que el cisma, ha dejado de ser cisma, no volviò ni siquiera a mencionarse, ni a condenarse el turbulento cisma. Ademàs por fin en una nueva constituciòn de la primipara repùblica, se ha mencionado el tema religioso, y se ha dejado como religiòn oficial a la Catòlica Apostòlica Romana...Pero sin permitir ni prohibir los otros cultos y creèncias. Es decir, la libertad de cultos, saltò de un limbo jurìdico, pero no a su legalizaciòn oficial, sino que saltò de un limbo jurìdico, a otro limbo jurìdico, que nadie se atreverà por mucho tiempo a cuestionar de frente; no vaya y sea pecado, o lo que es peòr aùn, motivo de excomuniòn.

El canònigo Rosillo parece haberse rendido ante la vida. Llora a su amada, durante cada dìa y cada noche; en ese llanto profundamente interior, sin que se escuche gemido, sin producir sonido alguno, ni làgrima exterior visible; nada de eso; porque es ese otro llanto que es el que màs duele...Son esas làgrimas que se derraman de para adentro, y precisamente por ser internas, duelen terriblemente, por ser esa tristeza sepulcral, llena de eternos silencios; resultado exclusivo de un ser profundamente desconsolado, pateticamente abandonado, con sollòzos y suspìros nostàlgicos que provienen de las entrañas màs profundas de un espìritu colmado de suspìros de resignaciòn taciturna; sollòzos en congòja de agonìa permanente; arrullos interminables de la màs conmovedora depresiòn.

Francisco Rangel termina sus dìas en la màs completa indigència, durmiendo en donde alguien por caridad le brinde morada, y pidiendo limosna con honor, en las calles de Tunja.

El templete de Cartagena finalmente logrò el objetivo de los piromanos financiados delincuèncial y clandestinamente por la alta cùria catòlica romana de la Ciudad Heroìca; y es incendiado; no sin antes ser allanado por las autoridades borrachas e incompetentes, para desmontar el alambique trasero donde fabricaban uno de los aguardientes màs deliciosos de la historia del Caribe. Sin capturar a nadie, a cambio de que no fueran delatados polìticos, militares, y demàs personas prestantes de Cartagena, adictos a las "once".

Los años que siguen son rodeados por una austeridad que Andrès maneja, logrando andar caminos, pasando lo màs desapercibido posible, ya que el otrora poderoso obispo rebelde, y lider independentista de otros tiempos; màs famoso por sus rumores, verdades, y leyendas, que por su fisionomìa; ya lo ùnico que quiere, es pasar sus ùltimos años sin que nadie le perturbe su triste vida; distanciàndose cada vez màs del mundo, de todo, y de todos, ya que el arzobispo del cisma, se ha resignado a sobrevivir tranquilo y permitièndo la bendiciòn o maldiciòn de que la vida haga con èl lo que le dè la puta gana...Sin pasar ni un sòlo segundo en que Andrès Rosillo se desconcentre del pensamiento y el recuerdo constante de su divina Luz de Obando...El canònigo continua rogando siempre a Dios, unicamente, para que Luz de Obando se lo lleve de este mundo lo màs rapido posible; a este vicario de contextura latina que cambiò el transcurrir religioso y espiritual de una mojigata naciòn de doble moral; gracias a una mujer tan especial, tan iluminada, tan fuera de serie, tan fuera de lo convencional, tan diva, y tan apoteòsicamente hermosa, que se convirtiò en la esencia, nèrvio, aliento, y vida de un solo hombre, que por el màs sùblime amor a su diosa idolatrada y reverenciada; se entregò a ella como el màs puro sacerdote enamorado...Y que fue muchìsimo mejor sacerdote, mejor ser humano, y mejor servidor de Dios; que millones de sacerdotes que se limitan a cumplir con el inhumano, nunca sano, y sobretodo ANTICRISTIANO; CELIBATO OBLIGATORIO.

El tiempo, la vida, la muerte, la fuerza de los siglos, y el paso de las generaciònes, siempre dan la razòn y la verdad, a los sabios, a los iluminados, a los locos, a los niños, a los ignorantes, a los inocentes, a los genios, a los apasionados, a los tercos, a los soñadores, a los visionarios, a los que siempre tienen fè, a los testarudos, a los esperanzadores, a los puros de espìritu, y a los enamorados.
Sin embargo el paso de los siglos no permitirà nunca, que Andrès Rosillo alcanze a ver cuando en un concìlio Vaticano Segundo que se realizarà a mediados del siglo veinte, la iglesia Catòlica Apostòlica y Romana elimine el rito tridentino, y los curas hagan ceremònias religiosas de espaldas al cristo, de frente a los feligreses, y en el idioma natal de cada sacerdote, de cada feligres, de cada pueblo, y de cada naciòn...Con millones y millones de bìblias que seràn traducidas del latìn al castellano, como lo hizo Rosillo; y que tambien seràn traducidas a todos los demàs idiomas. Y por consiguiente la biblia y los demàs libros llamados "sagrados" seràn tergiversados obligatoriamente; porque las traducciònes solamente pueden ser realizadas por sères humanos, y no por màquinas; por eso toda traducciòn implica una interpretaciòn, y por consiguiente una tergiversaciòn.
Tampoco Andrès Rosillo vivirà, cuando en la primera mitad del siglo veinte, el aguardiente sea legalizado y con comercio regulado sea distribuìdo; aunque la legalizaciòn popularizarà esta bebida de tal modo, que serà devaluada en su precio, por ya no estar prohibido; y ya nadie lo considerarà "bebedizo del diablo", ni nada que se le parezca.
El canònigo Rosillo ya no existirà cuando en el transcurrir del siglo veinte, los colegios mìxtos de enseñanza que èl no pudo implantar en su època; sean una realidad tan normal, que a nadie escandalizaràn.
Y muchìsimo menos la fuerza de los siglos, permitirà jamàs que Andrès Rosillo vea còmo en el siglo veintiuno, el celibato obligatòrio serà abolido definitivamente de la iglesia Catòlica Apostòlica Romana, y los sacerdotes, y tambien las monjas, podràn enamorarse, ennoviarse, casarse, amancebarse, vivir en uniòn libre, y tener hijos como cualquier pareja, para que asì cada sacerdote, cada monja, cada religiosa, cada religioso; y cada miembro de una vida supuestamente consagrada a Dios, pueda purificarse como iglesia, y como sères humanos que son ante todo; SÈRES HUMANOS; antes que cualquier consagraciòn, cualquier hàbito o cualquier sotana; logrando asì dar testimonio y fè de su propia honestidad genuìna y evoluciòn autèntica; para asì brindar un verdadero ejemplo en el que tengan autoridad moral para aconsejar sobre parejas y familia. Igualmente religiosas y religiosos podràn bailar como San Pascual Bailòn; y podràn bailar publicamente, amasisadamente, con sus grandes amores terrenales sin que sean señalados, ni prejuzgados, ni condenados por ello; y no solamente se podràn casar, sino que tambien se podràn divorciar; porque a veces como humanamente sucede, algunos matrimonios no funcionaràn.
Tampoco la fuerza de las centùrias y las generaciònes, permitiràn jamàs, que el canònigo Andrès Rosillo sea testigo de còmo por obra y gracia de los pueblos y del Señor tu Dios, AFORTUNADAMENTE LA LIBERTAD DE CULTOS SERÀ LEGALIZADA, APROBADA Y DECRETADA en la mayorìa de constituciònes polìticas, de la mayorìa de naciònes del mundo.
Y tristemente, el almanaque cronològico de este especial canònigo, no le permitirà ver nunca, còmo, maravillosamente, habràn dentro de todos los catolicismos, incluìdo el Catolicismo Apostòlico Romano, mujeres sacerdotisas, mujeres obispos, mujeres arzobispos, y hasta mujeres cardenales que tendràn que asistir a cònclaves, para que puedan ser elegìdas, PAPIZAS.
Tampoco el paso de los siglos le darà jamàs licencia a Andrès Rosillo para que èl pueda presenciar, còmo durante el siglo veintiuno ocurrirà la proliferaciòn de cismas y cismas màs apoteòsica de la historia de la humanidad, en todas las iglesias, en todas las religiònes, y en todas las creèncias...en el nombre de Dios Padre...Y todas creeràn y hasta juraràn ser la ùnica creència verdadera, la ùnica iglesia verdadera, la ùnica religiòn verdadera, el ùnico libro sagrado verdadero, el ùnico camino verdadero, la ùnica verdad verdadera, y la ùnica vida eterna verdadera; porque todas estaràn repletas y plagadas de impotables arrogantes, fastidiosos petulantes, putrefactos fanàticos, y exasperantes falsos humildes.

Pero el canònigo Rosillo tampoco verà, còmo uno de los cismas màs trascendentales de la iglesia Catòlica Apostòlica y Romana que ocurrirà durante el siglo veintiuno de la Era Cristiana; serà el llamado coloquialmente...CISMA DE LOS TRES PAPAS...donde el catolicismo romano estarà tan dividido; que habrà un Papa elegido por los cardenales; otro Papa elegido por los obispos; y otro Papa elegido por los simples sacerdotes.
Porque Andrès Rosillo es tan adelantado para la època que le tocò vivir; que el implacable paso de los siglos tampoco le darà licencia para que el canònigo, siquiera, pudiera observar en algo, còmo en el siglo veintiuno, todas las teològìas, todos los libros llamados sagrados, todas las iglesias, y todas las religiònes, se acabaràn; y para siempre llegaràn a su fin...gracias a Dios...pero todo serà para bien; porque despues naceràn nuevas concepciònes de un Dios como cada quien lo quiera llamar; donde afortunadamente cada ser humano preferirà cultivar su propia, ESPIRITUALIDAD, como esencia personal de cada quien, y no como un acto egoìsta o individualista, sino como sagrado acto de altìsima, ìntima, personal, unipersonal, e iluminada evoluciòn que la gran mayorìa podràn lograr; porque cada quien resplandecerà con su propia espiritualidad personal, ìntima, confidencial, iluminada, sagrada, unipersonal, y sincera, de comunicaciòn directa hacia esa luz en la que cada quien crea, a la lìbre manera de cada quien, y sin intermediarios de ninguna ìndole volvièndose multimillonarios de mala fè, a costillas de la buena fè, de la fè de los demàs. Màs fàcil serà que èntre un camello por el ojo de una aguja; a que alguien que se hizo archimillonario con el dinero de la fè de los demàs; èntre en el reino de los cielos. El verdadero Dios no necesita intermediarios de ninguna ìndole; llamese, SACERDOTE, FRAILE, RELIGIOSO, APÒSTOL, PASTOR, MINISTRO, RABINO, SHEIJ, IMAM, HARE, LAMA, SANTIDAD, o como se les quiera llamar.
Se jura por Dios; que Dios no necesita ninguna clase de intermediarios.
Cada ser, serà sus propias creèncias y nada màs; gracias a Dios.

El tiempo, la vida, la muerte, la fuerza de los siglos, y el paso de las generaciònes, le daràn la razòn al visionario canònigo Rosillo...y reafirmaràn las verdades que siempre defendiò...y las convicciònes y valores con los que siempre viviò Andrès Rosillo.

Montañas, valles, y praderas de la capitanìa de los Santanderes...Muy a lo lejos se alcanzan a divisar difuminadamente las villas de Simacota, Confines, y El Socorro. Y muy distante de esas villas; en mèdio de esos verdes hermosos e infinitos, la villa colonial màs preciosa de esa capitanìa...La lindìsima Villa de Barichara; que parece sacada de un paisaje bìblico de bello pueblito eternamente antiguo, para que le pase el tiempo, sin que le pase el tiempo. Y allì en Barichara, la rùstica casa de campo donde vive el canònigo anciano que yace enfermo recostado en su sillòn. Los turpiales ya han cesado su concierto armonioso, indicando que ha caìdo la noche en la campiña; enmarcando asì la solitaria vejèz del canònigo Andrès Rosillo, que ha sido interrumpida por el inquieto y joven sacerdote Nicolas...
Es aquèl Agosto de 1.835, en una noche càlida de nostàlgica conversaciòn; un par de candelabros alumbran la visita donde Andrès le ha contado gran parte de su vida al sacerdote Nicolas que ahora lo observa con asombro, desconcierto, y màs admiraciòn que cuando llegò. La linda esclava que los atiende les reparte otra tanda de buenos vinillos, a pesar de que el mèdico le prohibiò al canònigo bebidas como el vino; pero èl no hace caso.
-Muchas gracias su reverendìsima por brindarme la confianza de contarme cosas tan personales y tan ìntimas.
-Ten cuidado Nicolas cuando quieras saber de alguien; podrìas resultar sabièndo màs de lo debido- dice Andrès mientras ambos intercambian una sonrisa.
-No olvide su reverendìsima, que el pròximo diecisiete de diciembre se conmemoraràn los primeros cinco años de la muerte del libertador Simòn Bolìvar- dice Nicolas -dichoso usted que lo conociò en persona.
-Gracias por recordarmelo; pero creo que no alcanzarè a llegar hasta diciembre- dice Andrès resignado.
-No sea pesimista padre Rosillo; estamos tan solo a cuatro meses de diciembre.
-Yo no soy pesimista...Los pesimistas son mis pulmones...Creo que morirè de lo mismo que muriò mi hermana Martina.
-La señora madre de Luz de Obando.
-Exactamente.

Una pausa mientras ambos degustan una vez màs, el delicioso vino.
-Su reverendìsima...¿Còmo quiere que lo recuerde la historia?.
-Simplemente he sido un ser humano, un cura de pueblo, que se enamorò de la màs celestial diosa, a la que dediquè mi vida; como mi màs sagrada virtud...Dios la escogiò como mi sobrina...Pero yo la escogì como mi mujer...Mi preciosa dama...Bendiciòn que agradezco todos los dìas a Dios.
El sacerdote Nicolas despues de titubear un poco, se llena de seguridad en si mismo, porque sabe que debe hacerle al canònigo un par de preguntas clàves.
-Su reverendìsima; esta charla quedarìa incompleta si yo no le pregunto, sobre algo que le duele mucho a usted, desde lo profundo de su alma.
-Padre Nicolas, hombre de poca fè...Metida la mano, metido el còdo...Pregunta tranquilo muchacho.
Y como buscando la verdad en los melancòlicos ojos de Andrès Rosillo; el padre Nicolas en un tono amable, apacìgue y discreto; observa la mirada del canònigo, profundamente; y sin màs rodeos, pregunta...
-¿Luz de Obando...se suicidò?...o la mataron?.
El rostro de Andrès se entristece con esa desgarradora melancolìa que le atormenta desde la esencia de su ser; y responde con la voz de su alma devastada...
-La verdad nos harà lìbres...Si no quieres escuchar mentiras; no preguntes verdades...Dios lo sabe todo.
Un breve silencio se apodera de ambos. Nicolas trata de interpretar la respuesta, mientras observa a su alrededor la tranquilidad de la noche; y en el mismo tono muy sereno de la primera pregunta; decide hacer la segunda...
-Y en el supuesto caso de que haya sido un asesinato...¿Quièn pudo haberlo hecho o haberlo ordenado?...¿O quienes pudièron haberlo hecho o haberlo ordenado?.
Otro corto silencio de Andrès mirando a travès de la ventana, hacia la oscura noche infinita, tan solo produce otra respuesta que sale de una voz cansada, y un espìritu compungido...
-La verdad nos harà libres...Y la ùnica verdad verdadera es la de Dios...Dios lo sabe todo.
Y despues de un breve làpso en que nadie habla; el padre Nicolas finalmente se despide del arzobispo Rosillo, y se despide de manera compasiva, reclinandose para besarle su anillo; ese Anillo de Pedro o Anillo del Pescador que Andrès jamàs se ha quitado desde que Luz de Obando se lo colocò una sola vez y para siempre. El canònigo con sus fuerzas disminuìdas persigna a Nicolas bendicièndolo. Ambos se despiden para siempre; el joven padre Nicolas se marcha alejandose en la tranquila oscuridad de la noche.
Andrès agacha un poco su cabeza, y parpadeàndo se sumerge, como ya se le volviò costumbre; en el màs profundo silencio, reflejando la màs sagrada tristeza y la màs bendita desolaciòn. Calladas làgrimas comienzan a rodar por sus envejecidas y arrugadas mejillas. La esclava negra preciosa que lo acompaña y lo atiende, se conmueve tanto al verlo, que ella sin pronunciar palabra; con sus desnudas y brillantes piernas abiertas; se le sienta de frente en las piernas al viejo canònigo; y abrazandolo, refùgia el rostro de Andrès en mèdio de los fulgurantes y desnudos senos de esta negra escultural, que comienza a peinar con carìcias la fina, bien cuidada, y larga melena blanca de Andrès Rosillo; en un consuelo mudo, con olores de añoranzas, taciturno, como si quisiera detenerse en el tiempo...En ese tiempo que cuarenta y dos dìas despues se llevarà para siempre, al nacido un tres de Octubre del año bendito de 1.758....El corazòn màs enamorado, bondadoso, sensible y apasionado de clèrigo alguno; el noble, romàntico, eròtico, pìcaro, vividor, libertario, y sincero corazòn de el canònigo y adulterino don Andrès, se ha detenido definitivamente, por causa de una complicaciòn respiratoria, en el alba de aquèl jueves, pasadas las dos de la madrugada, de el Veinticinco de Septiembre del año de gràcia de 1.835, a los setenta y seis años de edad; y una semana antes de cumplir sus setenta y siete.

ANDRÈS MARÌA DE LA PURÌSIMA INMACULADA CONCEPCIÒN Y GRACIA DEL ESPÌRITU SANTO ROSILLO Y MERUELO.
"ANDRÈS": Nombre proveniente del idioma griego, que traducido al castellano significa; Hombre Viril. Andrès Marìa Rosillo y Meruelo; el hijo de la bella Antonia Meruelo y el introvertido Francisco "don Pacho" Rosillo.
Al morir en aquella madrugada, el canònigo y adulterino don Andrès, muere tranquilo y feliz, porque el Dios Todopoderoso le ha concedido su ùltimo deseo terrenal: Que su àma, dueña, diosa, y señora, venga por èl...Pues Andrès ya ha desencarnado para siempre y al observarse en sì mismo còmo el cordòn plateado que une el alma al cuerpo se ha reventado definitivamente; indicando que Andrès debe ingresar al màs hermoso tùnel colorido donde las almas cambian de dimensiòn para continuar su evoluciòn; el canònigo vuelve a sonreir celestialmente al observar con la màs maravillosa lucidez, còmo al final del tùnel està la luz de divinidad blanca y pura, que es la luz de Dios...Ese Dios en el que èl siempre creerà a su manera...Como se debe creer en el Dios en el que cada quien quiera creèr: De manera lìbre, espontànea, y sin ataduras a ninguna iglesia, ni dogma, ni religiòn, ni libro "sagrado"...
Y en un costado del tùnel, donde no existe el tiempo; Andrès observa con la nitidez màs sùblime, a su gran amor esperandolo, llamandolo, recibiendolo, llevandoselo a esa otra dimensiòn sagrada e indescriptible por lo perfecta y hermosa...Su dueña Luz de Obando, està tan resplandeciènte, que ha venido por èl, en santa bendiciòn; para que ambos ascièndan unidos, hasta el Dios Todopoderoso que los recibe, con una sonrisa; mientras ambos acarìcian el ròstro del Creador de todos los multiuniversos...esta vez para que Luz de Obando y Andrès Rosillo, gitanien juntos en las eternidades de sensualidad; en himenèo celestial, minè redentora, santidades de placer sagrado en vulvas de càliz de àngeles, agua bendita de pubis arcàngeles, albrìcias apostòlicas de lìbido sacro, hosannas en salmos de Èros, aleluyas de coitos en cantos de gandharbas; àngeles que cantan mùsica tan hermosa que jamàs se ha escuchado en la dimensiòn Terrenal...Versìculos de èxtasis iluminados...Luz de Obando y Andrès Rosillo...catarsis de mùtuos orgasmos perpètuos en infinito jardìn del edèn; erotizada comuniòn de la vènus con aureòlas hermosas de majestuosidad...Manà de musa en alboradas de arco ìris...Crepùsculos de paraìso en gloria fèmina...Eucaristìa de copulaciòn eterna, llena eres de gràcia...En el nombre de Dios Padre...Luz de Obando y Andrès Rosillo...Por los siglos de los siglos...

AMÈN

Y

AMÈN




EL CANÒNIGO Y ADULTERINO DON ANDRÈS
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
COPYRIGHT BY JORGE JIMÈNEZ FLÒREZ